Lic. Natalia Elizabeth González Cañete, MSc en Nutrición Humana. Docente investigadora Carrera de Nutrición.

Cuando escuchamos hablar del término “investigar”, usualmente la primera imagen que automáticamente aparece en nuestra mente es la de una persona con bata, actitud rígida, con un microscopio o una pipeta en la mano. Sin embargo, a diferencia de la imagen que colectivamente tenemos de investigación, la realidad del investigador, y sobre todo del investigador en nutrición, dista mucho de esta imagen.

La investigación en nutrición es mucho más amplia que la aportada por un diseño experimental: las áreas en las cuales el investigador puede incursionar van desde la nutrición clínica y hospitalaria, los servicios de alimentos hasta la nutrición comunitaria, utilizando para ello diferentes diseños de investigación. El investigador, que puede ser un joven estudiante, un licenciado recién recibido, o un académico, aporta importantísima información que puede cambiar la realidad de una comunidad, e incluso de un país.

Al investigar en alimentación, podemos incidir sobre las decisiones políticas que pueden llegar a cambiar la vida de grupos poblacionales vulnerables, como embarazadas, población pediátrica, población geriátrica, entre otros. Por ejemplo, se podría saber si un grupo de niños presenta desnutrición o determinar la cantidad de proteínas que ayudaría a que un grupo de adultos mayores mejoren la curación de sus escaras. Estas investigaciones pueden impactar positiva y significativamente sobre el presente y el futuro de un individuo y de una comunidad.

Impacto en redes sociales en la nutrición

En la era de las redes sociales, la investigación en nutrición importa bastante, ya que día a día se presenta información errada sobre la alimentación. De considerarse cierta, esa mala información puede afectar seriamente la salud de las personas. Debido a eso, el investigador en nutrición, utilizando el método científico, cuestiona de manera crítica la realidad. Además, cuestiona las creencias tomadas como hechos, los mitos, los tabúes, y constituye una luz de esperanza ante la alta desinformación difundida en las plataformas digitales.

Ante una investigación, el primer paso que debemos seguir es alejarnos de los clichés que nos hacen pensar que somos incapaces de investigar; segundo paso, aliarnos con un profesional del cual podamos recibir guía y experiencia; el tercero, perder el miedo, abrir nuestra mente a miles de preguntas de investigación que podríamos plantearnos. Estas deben ser plausibles de ser respondidas con los recursos con los que contamos.

Investigar en el campo de la nutrición puede llegar a ser una actividad fascinante. Aunque no podamos creerlo, a nivel nacional se ha avanzado enormemente en el tema, por la intrepidez de una minoría de profesionales curiosos y activos. Y vos, ¿te animás a ser parte de esta inmensa minoría?

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