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En Paraguay, como en la región: el desafío de agilizar la habilitación de nuevas carreras de calidad

Con la presencia de renombrados referentes extranjeros y nacionales, este martes 12 de diciembre se llevó a cabo, en el auditorio Luis H. Berganza de la Universidad del Pacífico, el panel debate intitulado “Experiencias regionales en los procesos regulatorios para la habilitación de nuevas carreras”. 

Fue organizado por el Grupo Alianza para la Educación, conformado por universidades privadas del Paraguay y se centró, en esencia, en la necesidad de recuperación de autonomía universitaria frente la excesiva regulación estatal para poder responder oportuna y pertinentemente, con carreras adecuadas, a las necesidades educativas y laborales de las generaciones jóvenes, en un contexto dinámico donde la constante es el cambio. 

El panel estuvo integrado por el economista Pablo Beltrán, presidente del Consejo de Educación Superior de Ecuador; Juan Manuel Ostoja, presidente de la Asociación de Universidades Privadas del Perú y CEO de la Corporación San Ignacio de Loyola; Celeste Mancuello, Viceministra de Educación Superior y Ciencias de nuestro país, y por Sergio Duarte, rector de la Universidad Americana y representante de las universidades privadas en el Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) del Paraguay. Como moderador fungió Yan Speranza, rector de la Universidad San Ignacio del Loyola. 

Las palabras iniciales las dio la Rectora de la UP, la Prof. Dra. María Elena Piscoya Cabrejos, quien tras la bienvenida y agradecimientos entró de lleno al tema y resaltó el complejo caso paraguayo en la habilitación de nuevas carreras y programas por parte del ente regulador, calificando de “infame” el extenso tiempo que toma el proceso, que puede tardar hasta 5 años inclusive. 

Esta situación lleva a que, muchas veces, cuando las propuestas finalmente son aprobadas ya nacen “obsoletas” en la práctica.

La Rectora de la UP, Prof. Dra. María Elena Piscoya Cabrejos

La rectora Piscoya resaltó la importancia de rescatar las buenas prácticas en este sentido de países como Ecuador y Perú, para tomarlos de ejemplos a seguir y recomendarlos al CONES. Agregó que están conscientes de lo difícil que resulta, pero de su necesidad. “Un país culto es un país con calidad educativa” sentenció.

El plato fuerte lo sirvió Pablo Beltrán, quien ofreció una pormenorizada reseña histórica y detalles del proceso regulatorio en Ecuador, actualmente basado en cuatro ejes fundamentales que son: autonomía universitaria, igualdad de oportunidades, calidad y pertinencia. Dichos principios son de aplicación rigurosa, lo que garantiza que pese a la simplificación de los trámites aprobatorios no se sacrifica la calidad de la enseñanza, y en cambio favorece la pertinencia de la oferta académica.

“El conocimiento se genera en la Universidad, no en la entidad reguladora”.

El experto ecuatoriano recalcó que “un técnico no puede saber más que la propia institución” en relación a la evaluación de los contenidos nuevos que se pretenden brindar. Los tres entes reguladores de su país respetan la autonomía de las instituciones de educación superior (IES) previamente acreditadas, por lo que confían en su autorregulación interna para presentar propuestas acordes a los estándares requeridos.

Pablo Beltrán

Esta filosofía permite que el tiempo de aprobación de nuevas carreras y programas no exceda de 45 días como máximo, en marcado contraste con lo que sucede en nuestro país. Beltrán enfatizó en que las IES comprenden mejor que nadie las necesidades de las empresas y del país para su desarrollo, por lo que deben responder rápidamente y que el Estado solo debe limitarse a mantener la dinámica adecuada.

Todo ello no se logró de la noche a la mañana, sino que fue el fruto de una serie de reformas paulatinas enfocadas en la desregulación, con respeto irrestricto a los criterios establecidos por la propia Constitución Nacional del país andino.

Siguiendo esa línea, el peruano Juan Manuel Ostoja coincidió en la necesidad de la respuesta inmediata para que los jóvenes paraguayos no pierdan competitividad, por falta de preparación actualizada, frente a los del exterior. Ambos invitados internacionales no se olvidaron de apuntar a que la formación universitaria contribuye al fortalecimiento de la construcción democrática en nuestros países.

Juan Manuel Ostoja

A su turno Sergio Duarte, representante de las universidades privadas paraguayas, expresó el reclamo al CONES por los enrevesados y anticuados trámites burocráticos que se deben cumplir, la precariedad de los medios “artesanales” que contemplan aun, por ejemplo, la presentación de carpetas archivadoras “en carretillas” (sic) y la casi nula digitalización. 

Instó, además, a la urgente reforma de normativas vigentes, que permitan agilizar las aprobaciones y propuso encaminarse decididamente a la transformación digital, una realidad insoslayable en un mundo post pandemia.

Sergio Duarte
Celeste Mancuello

Celeste Mancuello, la Viceministra de Educación Superior, reconoció las limitaciones del sistema de revisión, explicó los problemas estructurales del CONES por su conformación misma y se comprometió a seguir acompañando la desregulación progresiva con acciones competentes, en la medida de lo posible. 

Al cierre, el público interactuó compartiendo las experiencias particulares, por lo general frustrantes, al toparse con la maraña estatal. Finalmente, los participantes manifestaron la fuerza de este tipo de encuentros para impulsar cambios en los procesos regulatorios.

Yan Speranza moderó todo el encuentro
Los asistentes siguieron con atención el debate

Este Panel Debate se orientó a autoridades y miembros de instituciones de educación superior y académicos en general, y contó con la destacada participación, además, de los diputados Raúl Latorre y Kattya González, y de Eduardo Felippo, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), entre otros.